Comprometerme a generar,pensar,compartir.Seguir en la búsqueda,tomar riesgos,aprender,reconstruir,comprender,abrazar y contener,escuchar para ser escuchada,terapia.Mis clases de escritura con Diana Bellessi.Aquellos viejos libros de la infancia,todos los libros.Los autores,escritores,actores que me dan la posibilidad de soñar.Tener presente los recuerdos de los amigos de Cipolletti. Los hijos.Mis hijos.¡Ah!los hombres, algunos hombres.
martes, 31 de marzo de 2009
VIAJES POR BUENOS AIRES
Que extraños son los viajes en subterráneo, uno se encuentra con tantas personas de mundos tan distintos. En ese trayecto me pregunto muchas veces que es de la vida de cada uno de ellos. Ayer encontré a un señor mayor y sentí curiosidad ¿cómo habrá sido su vida?, me pregunté si tal vez tendría alguien que lo esperara por las noches, si sus hijos y nietos le alegrarían sus domingos; o esa casi niña embarazada, me imaginé el futuro de ese bebito que todavía no nació, su primer triciclo, su primera bicicleta, ¿los tendría?. Tantas vidas en un solo vagón, tantos destinos de ese viaje tan diferentes. ¿Coincidiremos en algunos de nuestros dolores o alguna de nuestras alegrías?, tuve el impulso de preguntarles en voz alta a quien de ellos los volvía loco el chocolate como a mí o si las noches de algunos serían mis mismas noches pobladas de pesadillas, ¿Por qué cosas sienten miedo otras personas?, ¿al futuro incierto, al pasado que vuelve, al presente en soledad?, o no, sus vidas son calmas y navegan en días llenos de paz y armonía.
En fin, tonteras que una piensa antes de que se abra la puerta y lleguemos al final de nuestro viaje…cómo decía Piazzolla cambiándole una palabra “los subtes de Buenos Aires tienen ese no se que…”
viernes, 27 de marzo de 2009
TERAPIA
El miércoles fue el último día de encuentro con mi grupo de Terapia.
Nos encontramos por última vez después de tantos años de haber transitado juntos por un camino que a veces se hacía muy largo, las piedras eran muy pesadas para transportarlas. Gracias a su compañía y sostén pude llegar a mi fantasma y pelearlo cuerpo a cuerpo, no lo vencí, es imposible vencer nuestros fantasmas, pero ahora puedo enfrentarlo en las noches y decirle “andate” y el se va. En ese espacio me permití llorar, bajar los codos, colgar los guantes y entregarme para poder reciclarme en la vida y comenzar de otra manera desde otro lugar.
Pude aprender a mirar al otro sin juzgarlo, saber que todos tenemos mochilas pesadas, a veces me tocó sostener la de mi compañero para aliviarlo, otras permití que sostuvieran la mía. Cuantos dolores acarreamos. Cuantas frustraciones nos encuentran desprevenidos. También aprendí a valorar lo que tengo, mi lucha por buscar siempre mi felicidad. Hubo días que no podía levantarme, tenía tanto dolor que el cuerpo no me respondía, me sanaron, me abrazaron me enseñaron a reír a pesar de todo.
Tuvimos el mejor capitán en ese barco.
Nuestro Terapeuta Dr. Carlos Vinacour que puso su sabiduría, paciencia y sobre todo su corazón abierto, estoy agradecida a la vida el habernos cruzado hace tanto tiempo, cuando llegue por primera vez a esta ciudad que amenazaba con fagocitarme y escupir mis huesos.
Los voy a extrañar, a los que estuvimos la última sesión y los que no estuvieron todos tienen un lugar especial en mi corazón.
Luis, Carlos, Fernando, Ximena, Laura, Ernesto, Lucio, Alejandro, Inés, Luz, Sandra, César, Daniel, que ya no estás pero estás, todos saben que siempre voy a andar por acá porque yo se que ustedes siempre van a estar por ahí.
lunes, 23 de marzo de 2009
24 de marzo. Día Nacional de la Memoria Activa. Golpe de Estado 1976
Hoy es 24 de marzo.
Hoy quiero recordar. No quiero olvidar.
Quiero recordar,
por niños a los que le fue arrancado el derecho a su identidad,
por los que fueron sacados de sus casas, torturados y desaparecidos,
por las madres que en cautiverio, no supieron la suerte de sus hijos,
por los que tuvieron que partir al exilio,
por los amigos, familiares, artistas, que perecieron y padecieron en la barbarie,
por las abuelas que siguen buscando,
por los nietos, que merecen ser encontrados,
Por los que sobrevivieron pero siguen sufriendo
Hoy quiero recordar.
MIS LLAVES PERDIDAS
Mi tía Jean me mando algunas frases para mi blog. Esta creo que, como me conoce desde que nací, la escribió para mi...
"Todos los que encuentras en el camino, están librando alguna batalla.
Cuida mucho tus palabras".
Ayer me enoje con Juan porque perdió mis llaves.
Me enojé sin pensar, sin medir.
Podría haber elegido otra reacción. Al fin y al cabo ¿Cuántas llaves he perdido en la vida y cuántas seguiré perdiendo?.
En fin, a veces sería bueno tener más a mano la llave de la moderación, la de la capacidad de pensar antes de...creo que lo que me enoja es que pierdo demasiado seguido esa llave, no la que perdió Juan.
domingo, 22 de marzo de 2009
Primer página de mi libro (borrador) pero libro al fin
¿Quién nos trae las historias que se cuentan? ¿Quién es el primero en decirlas para que otros las rehagan a diario y luego las vuelvan a contar? Después de que yo cuente esta, ¿quién la contará otra vez, con la primera frase “dicen que...”?
Me pregunto cómo es que nacen y se entrecruzan las vidas de unos y otros para crear una sola dentro del relato. ¿Cuándo comenzó este, para que hoy pueda, como hacen los marineros, atar los cabos y seguir la melodía?
No sé si todo es como lo voy a contar o si con el tiempo mi memoria se fue llenando de sombras, los hechos se desdibujaron, y ahora impregna a los personajes con sus amores y odios. Estrujo los recuerdos para que vengan, me apoyen, y así volver a exorcizar situaciones y dar vida otra vez a los que ya no están. Pero están, porque acuden a mí con sus voces. Todavía distingo nítidamente cada una. Aparecen de golpe para decirme sus cosas, algunas nuevas que no pudieron contarme a tiempo y otras, ya dichas, pero que viene bien me las recuerden. No soy yo quien cuenta, son ellos, todos los que vivieron esta historia. Yo la escribo, sí, pero ellos se meten, hacen, deshacen y tejen los lazos con los que están unidos para siempre.
Hoy a la mañana, levanté la vista de mi almohada y los ojos de Delfina niña, desde su retrato, se clavaron en mí. Esa foto que paso diariamente por alto y sólo observo cuando limpio el polvo acumulado en mi cómoda me despertó un sinnúmero de recuerdos. Desde allí, ella me miraba con sus ojos enormes. Poco a poco, el rostro se fue desfigurando y sólo quedaron sus ojos. Me senté con la foto en mis manos y observé largamente a esa niña. ¿En qué pensaría cuando se la tomaron? Desde el cuadrado de madera, su carita triste y acongojada me observaba. ¿Qué quería contarme?
Quisiera recuperar a esa Delfina, abrazarla y susurrarle al oído “resistí un poco más”; y así poder calmarla, estirar mi mano y como una enfermera de campaña tener el poder de curar sus dolores, de abrir las puertas y ventanas de la casa donde habitaba y hacer que corra el aire para que traiga el perfume a violetas y escapen sus fantasmas.
—Saname —dicen los niños cuando se lastiman.
¿Y a quién recurren cuando los lastiman? ¿Era eso lo que me pedía Delfina desde su retrato esta mañana? No alcanza con mi frase diciéndole que resista, necesita algo más, necesita salir del fondo entristecido que la acompañó durante su vida en aquella casa. La vuelvo a mirar y busco una sonrisa, pero recuerdo que en ese entonces ella no sonreía, sólo miraba, como me mira ahora desde su retrato.
¿Podré contar tu historia, Delfina, y que se te aquiete el alma para que puedas volver a sonreír?
domingo, 15 de marzo de 2009
LUCHA
¿Que mundo se cae a pedazos?.
¿El que manejaron unos pocos, jugandolo a la ruleta rusa?.
Me niego a permitir que mi mundo se caiga a pedazos.
Hay hombres que luchan un dia y son buenos.
Hay otros que luchan un año y son mejores.
Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos.
Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles.
Bertolt Brecht
jueves, 12 de marzo de 2009
Nuestros poetas, los que nos hacen volar
Poema Marea de Mi Corazón
Diana Bellessi
Marea de mi corazón
déjame ir
en las ligustrinas
como un insecto o como la
misma ligustrina en el rumor
en el rasante
vuelo de las
golondrinas alrededor
de los aleros en la música
minimal donde se hunde
mi vecino mientras tapiza
con golpecitos los respaldos
de las sillas en el sol
rasgado por la brisa
no ser lo otro
lo que mira. Desligarme
del ser hacia aquel
estar mayestático de
la dicha. Alfombra
de orquídeas diminutas
sobre el pasto florecen
antes que la máquina
cortadora de césped
las arrase ¿aprendieron?
Corolas violáceas
enjoyadas que emergen
en cinco días de sus tallos
aprendieron la brevedad?
de la vida sin ser
lo otro que del origen
nos aparta
Rafael Alberti
Nocturno
Cuando tanto se sufre sin sueño y por la sangre
se escucha que transita solamente la rabia,
que en los tuétanos tiembla despabilado el odio
y en las médulas arde continua la venganza,
las palabras entonces no sirven: son palabras.
Balas. Balas.
Manifiestos, artículos, comentarios, discursos,
humaredas perdidas, neblinas estampadas.
¡qué dolor de papeles que ha de barrer el viento,
qué tristeza de tinta que ha de borrar el agua!
Balas. Balas.
Ahora sufro lo pobre, lo mezquino, lo triste,
lo desgraciado y muerto que tiene una garganta
cuando desde el abismo de su idioma quisiera
gritar lo que no puede por imposible, y calla.
Balas. Balas.
Siento esta noche heridas de muerte las palabras
martes, 10 de marzo de 2009
Arrugas...
Hace poco cumplí 51, "puff!!!", pensé el día de mi cumple, "bueno ya lo pasé, pasé la barrera de los 50 y todavía soy feliz, todavía tengo proyectos por los que vivir, claro también llevo más tristezas, más desengaños, más desamores, muchos dolores, más, más... a cuestas, pero esos más no me han quitado las ganas de reír; los cincuenta y…. no son tan malos como los imaginé allá por mis 20".
Después, pasé al espejo e hice la correspondiente evaluación de mis arrugas, con la obligada pregunta ¿tendré que hacerme una cirugía?, y...si la verdad es que estoy arrugada, fue mi respuesta apresurada.
Divagaba sobre costos y ofertas de liftings, estiramientos, colágenos etc. cuando lo reconocí, allí estaba; ese viejo surco, que había aparecido la mañana siguiente a la primera noche que Javier no durmió en casa y se olvidó de avisarme; más abajo la otra, la que se me hizo de tanto llorar por ese señor...cuyo nombre no recuerdo ahora, y las otras, las que se fueron formando mientras corría tras Joaquín para que se bañe, estudie o simplemente tratando que se quede quieto un minuto, o esa que está justo arriba del ojo izquierdo, el culpable de esa arruga es Juan, yo levantaba esa ceja cuando el jugaba al Básquet en San Lorenzo y le tocaba, justo a mi hijo, definir algún tanto, mi ceja se elevaba formando una liñita chiquita y ahí quedó, profundamente marcada.
¿Y como voy a seguir mi vida sin mi mapa?, pensé, ¿donde van a quedar las huellas del camino recorrido?, y ¿las arrugas de las risas que tuve, la de todas mis alegrías, las que acompañan a las otras para darles soporte, van a desaparecer en manos de un bisturí, o borradas por algún líquido mágico que las saque en un minuto?.
viernes, 6 de marzo de 2009
El sueño a veces nos juega una mala pasada
Porque no llega, porque nos quedamos despiertas. Y es en esas noches que los fantasmas acuden sin que una los llame, malditos espectros que esperan agazapados y esta noche vinieron, están acá conmigo…
¿Que puede hacer una cuando el amor por un hijo no alcanza?.
Ellos nacen y el mundo se ilumina de amor, creemos que ese amor los salvará y nos salvará, pero de pronto, las cosas sin saber como, se corren, un día me estrellé contra un diagnóstico frío, seco y lapidario. El médico me miró a la cara y crudamente me enfrentó a una realidad que no esperaba. “Esto no me está pasando a mi”, pensé inocentemente, pero ¿Por qué no?, ¿porqué yo tengo que estar a salvo?, y con el tiempo una se sacude la impotencia, aprieta los puños, agacha la cabeza frente a la vida y piensa: “bueno es lo que nos tocó, intentemos y entonces el amor se redobla, esta vez acompañado por un dolor que nos obliga a sonreír, callar y llorar en las noches de fantasmas, tarde, para que los otros hijos, a los que no le toco, no escuchen y crean que todo esta bien, que nada es tan cruel como para quebrarnos.
Cuando un hijo no es feliz, cuando un hijo sufre y una sabe que eso no se va a revertir, una puede acomodarse, solo acomodarse, aceptar, saber que pese a todo el hijo está ahí y que nosotras estamos acá para ayudarlo, pero en noches como esta…el sueño no viene y los fantasmas se sientan al lado mío.