Mujer y Liderazgo- www.mujeryliderazgo.com.ar

Nuestros proyectos muchas veces no encuentran el camino para concretarse, creemos que somos nosotras las que no podemos, que es muy difícil, que no es el momento y nos encontramos con infinitas razones para justificar, lo que pensamos, es un fracaso; al menos eso me paso a mi.
Entonces desistimos, bajamos los brazos y encaminamos otros temas. Pero el proyecto sigue ahí y sin saber bien como, algo en nuestro universo se mueve, se acomoda y chocamos con alguien que lo agarra al vuelo y nos dice: "dale hagamoslo", y volvemos a arrancar, con otras fuerzas y desde otro lugar. Para esto hay que aprender a desprenderse y aceptar otras ideas, hacer cambios, quitar, agregar, otorgar, escuchar lo que otros opinan y critican. Y un día, una se da cuenta que lo que habías atesorado como proyecto propio, ya no es "tu" proyecto, si no ahora es "nuestro" proyecto y se transformó en otra cosa, ganó fuerza, contenido, proyección comercial, tiene otro volumen, peso y es infinitamente más interesante, porque el otro, el que lo agarró al vuelo, fue aportando sus capacidades, corazón, color y fuerza, entonces entendemos porque no se concretó antes. A veces, no estamos lo suficientemente abiertas para encontrar la persona justa, para acompañar y que te acompañe en un proyecto, es un aprendizaje que la vida nos proporciona. No se que hizo que me cruzara con Claudia o que ella se cruzara conmigo, lo importante es que sucedió y estamos en camino, pariendo este proyecto. Nuestro proyecto.