Oscar Wilde
Esta madrugada se aprobó la ley de matrimonio civil igualitaria para todos. Los que somos heterosexuales y los que son homosexuales festejamos la igualdad ante la ley. Celebro desde mi blog que haya triunfado la razón pese a los intentos de algunos retrógrado acompañados por la Iglesia Católica Apostólica Romana que con amenazas y predicciones de "ahora todo vale, el que quiera casarse con su perro también va a pedir una ley para poder hacerlo" y las palabras de "esto es una guerra desatada contra Dios" trataron de poner palos en la rueda. Por fin todos tenemos los mismos derechos y podemos elegir y hacer público a quién elegimos amar. Lo importante para la educación y el desarrollo de un niño es el amor, negar la posibilidad de constituir una familia sin el amparo de leyes igualitarias es ejercer desde el estado el abandono y la discriminación; bienvenidos todos los cambios para integrar a los que nunca debieron ser tratados como enfermos, antinaturales y todas las palabras y frases horribles con las que son discriminados; la tablita con las leyes de la naturaleza no fue entregada a ninguno de nosotros, estamos aquí para vivir la vida que elijamos, la naturaleza nos regaló la capacidad de amar, !amemos!. Lo raro y lo antinatural es justamente no amar, no respetar lo que el otro piensa y siente. Se dio un paso más en afianzar los derechos humanos.
Para los que dicen que el amor tiene distintas categorías de acuerdo a la orientación sexual de quien lo ejerza. En nombre de Dios les regalo esta canción:
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