Dos aprendizajes para el 2011

Me llevo estos dos aprendizajes que me dejo el 2010:

"No volver a trabajar con quién todavía no ha perdonado a sus padres, quién tiene eso pendiente siempre encuentra al que tiene más cerca para no hacerse cargo”.
Y la otra:
“En la vida es mejor atajar locos que empujar boludos”.

Balance 2010

¡Otra vez balance!
¿cómo me fue este año?
Tuve:
Algunos momentos malos pero fueron pocos
Algunas frustraciones pero fueron las menos
Momentos lindos que fueron muchos
Hubo amigos que estuvieron y me permitieron estar
Otros que se alejaron y los dejé ir porque para eso estamos los amigos
Dije adiós a dos seres entrañables, me quedé con los mejores recuerdos y el amor con los que los pienso casi a diario, aprendí que la muerte no es más que la prueba de que hemos vivido y ellos tuvieron una vida llena de luz, agradezco haber sido parte de su camino y que ellos hayan sido parte del mío a pesar del dolor de no tenerlos
No le pude hacer una zancadilla al hombre de mi vida para que cayera en mis brazos, pero practiqué todo el año y estoy preparada
Tuve peleas con mis hijos pero es costumbre, ellos también me dieron miles de abrazos, sonrisas y presencia porque aprendimos a vivir con amor a pesar de todo

Me acabo de enterar que mi sobrina Lorena va a ser mamá de una nena y estamos felices
Mandé por fin a corregir mi libro y proyecté publicarlo el año que viene
Disfruté cada una de mis clases de escritura con Diana Bellessi y me alegré de todos sus premios cosechados este año incluso en España, agradezco su enorme generosidad que tiene siempre conmigo
Tuve un traspié laboral que me dejó casi knockout, pero dicen que los únicos que nunca pierden son los que no se arriesgan, así que me seguiré arriesgando para volver a caminar; cómo me dijo mi amigazo Carlos hace unos días “vos siempre salís adelante porque nunca perdes tu sonrisa, mientras la sigas usando todos los días nunca vas a estar vencida”.
Despido al 2010 con mucha alegría y doy la bienvenida al 2011 con grandes esperanzas.

Aquellos que nos roban los sueños, esos son los extranjeros

Si esta canción no existiera alguien tendría que inventarla

Poesía de María Laura Decésare

De su libro
"La letra muda"

Cuelgan las estrellas de la ventana
y un eco de mugidos invade el cuarto.
La vara con su gancho se refleja
en el espejo y él, sin dudar, marca a fuego
mi espalda con una letra muda.